Salve, surco abierto, donde Dios se siembra.
Salve, esclava y Reina, Virgen nazarena,
casa, pan y abrazo para el pecador.
María, Templo y cuna.
Mar de toda Gracia, fuego, nieve y flor.
Puerta siempre abierta, Rosa sin espinas.
Ya por la tarde estaré allí como todos los años.
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